jueves, 28 de agosto de 2014

¿Cómo asegurar el éxito de tu empresa?


Cuál es tu gran sueño? ¿Ser el líder en el sector? ¿Marcar tendencias? En 2009, el INEGI tenía registradas más de cinco millones de empresas en el país: cinco millones de personas que como tú, decidieron trabajar para conseguir lo que querían. ¿Cuántas lo habrán logrado? ¿Cuántas seguirán luchando?



Tener o dirigir una empresa es un gran reto, pero con los rápidos cambios que han traído consigo fenómenos como la globalización y el calentamiento global, las reglas del juego están cambiando. El éxito de una compañía ya no solo depende de sus ventas, sino de qué tan bien cumpla con las crecientes expectativas de accionistas, inversionistas, empleados, consumidores y de la sociedad en general. Hoy, innovar socialmente puede hacer la diferencia entre el éxito o el fracaso.

Marina Pol Longo, directora asociada de FSG, decidió trabajar en unas de las consultoras más sobresalientes en materia de innovación social. FSG ha asesorado a más de 600 empresas y organizaciones, posicionándose como líder en su sector. Tras ser analista en McKinsey, Pol Longo decidió unirse al equipo.

Como parte de su trabajo, Marina definió la estrategia de interacción social de Medtronic y ha generado estrategias para mejorar el desempeño de más de cincuenta importantes fundaciones.

Así como Marina, las empresas con propósito buscan forjar un impacto social positivo al mismo tiempo que generan un importante retorno económico. Al responder a las necesidades desatendidas de grandes sectores poblacionales, estas compañías no arriesgan su crecimiento económico, sino que lo potencian. Este tipo de empresas quiere transformar la visión económica contemporánea: en vez de que cada quien vele por sus propios intereses, proponen un modelo de negocio en el que se privilegie el beneficio colectivo. En donde el diferenciador con la competencia sea la inclusión y la innovación – valores agregados que el consumidor contemporáneo no dejará pasar.

Pero, ¿cómo innovar? ¿Cómo trascender el modelo de negocio tradicional? Juan Carlos Bilbao, coordinador de Ciudadanía Económica para Todos de Ashoka México y Centroamérica menciona dos pasos esenciales:

1. Liderazgo: Todo gran proyecto necesita una primera piedra. Adelante. ¿Quieres que algo suceda? Sé el primero en poner el ejemplo.

2. Crear una cultura empresarial socialmente innovadora: Asegura que tus empleados compartan la visión social que quieres implementar. No olvides que para innovar es necesario trabajar en equipo. Transmite tu pasión.

Desde que inició sus actividades, Ciudadanía Económica para Todos, la iniciativa de Ashoka que trabaja con empresas, ha creado teorías de cambio empresarial y conversaciones intersectoriales sobre los diversos retos sociales que las empresas enfrentan en la actualidad.

Hoy, junto con empresas como CEMEX, Fundemex, C&A, Gentera, Promotora Social México, Danone, Fundación Banorte, la Cooperación Suiza, CAF y CiiE, Ashoka organiza la segunda edición del Encuentro Líderes Agentes de Cambio (ELAC), un encuentro de líderes sectoriales de México y Latinoamérica en el que se impartirán talleres y dinámicas de cocreación que te darán todas las herramientas necesarias para poder transformar tu empresa en un negocio con propósito. El evento se llevará a cabo el 14 de agosto en las instalaciones del IPADE, en México DF.

Todo es cuestión de tomar la iniciativa. Innovar y ver más allá de los límites de una empresa común. Marina Pol Longo y más de diez conferencistas compartirán su conocimiento con más 300 líderes agentes de cambio para transformar – no solo tu empresa, sino el mundo.

*Lourdes Zamanillo es coordinadora de comunicación de Ashoka México y Centroamérica

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

Artículo escrito por: Lourdes Zamanillo

Fuente del artículo: http://www.forbes.com.mx/como-asegurar-el-exito-de-tu-empresa/

El éxito de una compañía ya no solo depende de sus ventas, sino de qué tan bien cumpla con las crecientes expectativas de accionistas, inversionistas, empleados, consumidores y de la sociedad en general.

3 claves para generar valor en la empresa: IPADE

Hace casi 70 años, el filósofo y teórico de la ciencia, el austriaco Karl Popper (1902-94), publicó un libro, hoy un clásico, titulado La sociedad abierta y sus enemigos, donde –muy en síntesis– hablaba sobre la libertad y la responsabilidad en un sistema social en el cual se fortalece la democracia, sistema abierto que favorece el desarrollo de la persona en sociedad. 


Hoy, ese afortunado título nos da la pauta para hablar de ciertos elementos con los que la nueva empresa debería contribuir para el desarrollo político y social de cualquier sociedad basada en principios democráticos y de libre mercado.

El liberal Popper sentenciaba que los sistemas abiertos son perfectibles por definición y, en ese sentido, el sistema científico y humano, respectivamente, son abiertos y, por tanto, propicios a la mejora constante. Solo los sistemas cerrados son dogmáticos y autoritarios, y no contribuyen a la innovación ni a la mejora constante, en este caso de la empresa, o bien de la sociedad.

Toda empresa abierta se caracteriza porque contempla fundamentalmente tres tipos de responsabilidades desde la perspectiva de la generación de valor social (GVS): la responsabilidad técnica (RT), la responsabilidad con la persona (RP) y la responsabilidad con el entorno (RE).

Generación de valor social (GVS)

La generación de valor social (GVS) contempla esos tres elementos, pero desde la perspectiva de que la empresa es un sistema abierto y que está llamada a tener una participación en la sociedad y en la política de cualquier sistema nacional. Sin duda, vista así, la empresa tiene infinidad de enemigos para conseguir esos propósitos, que van desde una cultura autoritaria, hasta la visión de costos y no de utilidades sociales, que en realidad son las que debe generar.

1.- Responsabilidad Técnica (RT)

La RT consiste en cuidar todo lo que desde dentro se hace en la empresa y que le da su propia vocación. Como ejemplo están todos aquellos productos o servicios que se generan, como: tipo de procesos, desarrollo tecnológico, calidad, capacitación, empleo, salarios, impuestos, etc. La responsabilidad técnica, fundamentalmente, comprende desde el tipo de productos que se ofrecen al mercado, hasta el estilo de dirección para el logro de resultados y abarca conceptos tales como eficiencia y eficacia, entre otros.

2.- Responsabilidad por la persona (RP)

En cuanto a la RP, debe apuntalar los valores e intereses de las personas desde una perspectiva integral y antropológica del ser humano y, en ese sentido, es fundamental para su cumplimiento el generar procesos ya no solo de capacitación, sino de educación para la distribución justa de la información.

3.- Responsabilidad con el entorno (RE)

En cuanto a la RE, la más común asociada, en general, al concepto de responsabilidad social empresarial (RSE) se refiere, básicamente, al impacto de la empresa en la comunidad y cómo esta puede ayudar a que ese entorno sea más sustentable. De igual modo, tiene que ver con la responsabilidad con la comunidad, con la ecología, con una cultura de legalidad y democracia, así como de libre mercado.

Artículo por: Agustín Llamas Mendoza - 14-08-2014
El columnista es profesor de Entorno Político y Social del IPADE. Tiene estudios en Ciencia Política y Alta Dirección. Ha sido consultor de organizaciones, gobierno y empresas.

Fuente de la foto y del artículo, Revista Alto Nivel: http://m.altonivel.com.mx/note.php?docId=44616